Aunque hablar a comienzos de noviembre de las compras de la Navidad puede verse como un adelanto inecesario, creemos que se trata de una decisión estratégica, especialmente porque aún hay tiempo para planificar y no lamentar las decisiones financieras de última hora.
Publicado el 07 de noviembre de 2016
Aunque hablar a comienzos de noviembre de las compras de la Navidad puede verse como un adelanto inecesario, creemos que se trata de una decisión estratégica, especialmente porque aún hay tiempo para planificar y no lamentar las decisiones financieras de última hora.
Dado que diciembre es un mes de regalos y celebraciones, habrá gastos que atender. Y aunque el Viejito Pascuero se encarga de "casi todos" los regalos, siempre hay muchas actividades para celebrarlo y pasarlo bien que deben ser financiadas.
Por ello, muchas veces es en esta etapa del año en que uno se plantea la posibilidad de pedir un crédito, aunque es importante tomar las mejores decisiones en relación de cómo hacerlo. Para eso, te presentamos estos cinco consejos para enfrentar de mejor manera las fiestas que se avecinan.
Aunque haya ofertas por todos lados y los carteles indiquen que el precio está rebajado o que es posible llevarse dos por el precio de uno, lo mejor en esta época es no salirse de lo presupuestado. Así rendirá el dinero y alcanzará para todo lo que se ha pensado, sin pasar apuros.
La mejor forma de conseguir un buen precio no es regatear hasta el final, sino cotizar. Si se hace una revisión con tiempo y se compara adecuadamente, se podrá ver que un mismo producto tiene precios diferentes y que se puede hacer un buen ahorro. Luego de cotizar y comparar los precios, se podrá tomar la decisión adecuada. ¿Qué cotizar? No sólo el precio al contado, sino también la forma de pago, plazo y eventuales rebajas que se puedan conseguir con diferentes formas de pago. Cotizar antes es la clave para comprar responsablemente.
Al momento de hacer una compra con crédito, hay varios elementos que hay que tener en cuenta y que suman en el precio final. Por lo tanto, hay que aprovechar dos datos que son muy importantes para determinar cuánto se va a pagar, y que son el Costo Total del Crédito (CTC) y la Carga Anual Equivalente (CAE); ambos deben ser informados cuando se trata de una compra al crédito.
El CTC es un valor que se expresa en pesos e incluye todos los conceptos por los que estás pagando, tales como el capital solicitado, más los intereses y seguros que se hubieran incluido por decisión propia, junto con los gastos relativos al otorgamiento del crédito (impuestos, por ejemplo). Mientras más bajo el valor, mejor para quien pide el crédito.
Mientras que la CAE es un porcentaje, que permite comparar entre diferentes ofertas de financiamiento y refleja todos los costos del crédito. Entonces, para el mismo plazo y el mismo monto, es más barato el crédito con la CAE más baja.
Con ambos números en la mano se puede comparar y tomar la decisión.
Para decirlo en simple, si los gastos se hacen a última hora, no queda más que pagar lo que nos pidan. Pero, ¿qué tal si lo planificamos con anticipación y compramos con tiempo? Lo mismo vale al pedir un crédito, antes de firmar nada se aconseja leer con calma todos los papeles y entender todos los derechos y obligaciones que se asumen y así poder resolver las dudas que surjan.
Algo que ya está dicho en los consejos anteriores pero que vale la pena reiterar, es la importancia de hacer un presupuesto de gastos y por eso lo reiteramos acá. Hay que saber cuánto gastar y respetar ese número, sin pasarse. Gracias a eso, no habrá sorpresas ni malos ratos en las fiestas. Incluso, si uno toma esta norma para todo el año, casi será mágico que empezará a haber excedentes que permitirán ahorrar durante el año y de esa manera cubrir los gastos que surjan. De hecho, gracias a esta sana medida, cada diciembre será una fiesta.
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